De la innovación a la confianza
La inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta ampliamente utilizada en la producción de conocimiento académico y en el desarrollo de la investigación en todas las disciplinas.
No obstante, su verdadero valor solo se alcanza cuando su uso se rige por principios de transparencia, responsabilidad y respeto a la integridad científica.
Esta sección presenta el contexto de por qué la declaración explícita del uso de IA en los trabajos de investigación y su adecuada gobernanza son inseparables de una innovación académica rigurosa y ética.
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Fomento a la aceptación pública
La transparencia y la explicabilidad no son opcionales, son los cimientos de la adopción masiva. Los usuarios e inversores buscan activamente tecnologías que puedan entender y en las que puedan confiar plenamente.
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Mitigación de riesgos institucionales
Evitar fallos algorítmicos no solo protege a los usuarios, sino que previene daños reputacionales, multas regulatorias y la erosión de la confianza del público. Un marco ético actúa como la póliza de seguro de la innovación.
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Sostenibilidad a largo plazo
Una IA ética está diseñada para ser resistente al futuro y adaptable a nuevos entornos regulatorios y sociales. Asegura que la tecnología beneficie a toda la sociedad de manera perdurable.